NEWGE (Para Juan M. Almarza)
Un mar lleno de rostros,
un espejo
donde siguen flotando
las ausencias.
Desciendo de este monte
para verte
con mis manos.
ESTADO
Tormentas en los vasos.
El viento en las cortinas
pretende
contamos
una historia.
Las fieras de la sangre
me recorren
con sus gritos.
DIAS SIN ROSTRO
Columnas descendidas
de la niebla.
Rincones decorados
con silencio.
La barca que me lleva
tiene dientes
y arrastra por la piel
viejos cansancios.
VATICINIO
Vendrán todas las voces
de la noche
a cantar su querella
en mi ventana.
Para llenar de luces
los armarios
debemos regresar
de lo secreto.
MICROCLIMA
La paz multiplicada.
El tiempo gime,
extiende su atadura
como arena
que va llenado cauces.
Ojos en la penumbra.
Ocaso de la piel
en los relojes.
VEGETACION Observo tus regresos.
Me dedico
al pálido frescor
de tus ausencias.
La hierba que ha crecido
entre nosotros
se está volviendo gris
como del hielo.
NIEBLA
De cuerpos apilados
se compone
esta penumbra azul
que nos transporta.
Allí donde las playas
esconden nuestras huellas,
allí se queda el tiempo
más medible.
DESINENCIA
Histórico de luz,
de cuerpo ausente.
Encima de más viento.
Están los que no vienen,
los que dudan.
Y el sol sigue pisando
los sembrados.
CATARSIS
Eres de la familia
de la noche.
Cabalgas el nevado regocijo
de ver todas las puertas,
todo el viento
volver sobre sí mismo,
reencontrarse.
RELATIVIDAD
Estabas de no estar,
venías de nunca
hacia un quizás
que solamente encuentra
dimensión
en otros modos
de estar siendo
por toda referencia.
CALCOMANIA
Cuando la noche brama,
cuando encela
la piel de los aleros.
Se va quedando fría
aquella estancia
donde cuidamos líquenes
y fugas .
CALENDARIO
La lluvia nos libera
de la muerte.
Porque da lustre al tronco,
a los guijarros,
se queda en nuestros ojos
como miniado emblema
o tiempo
tatuado.
OTOÑO - I
Pasó una mano de oro
libando las marchitas
azucenas.
Toda la piel del valle
se contrae
y estalla en colorido,
incitante preludio
de un ocaso.
EN EL BOSQUE
Batalla de la luz
entre los árboles.
Cualquier vuelo estremece
la bóveda en tramada
de silencios.
Cadencia de los ojos
buscando
un horizonte escrito
sobre troncos.
ARS POETICA
Amor que, dulcemente,
por encima de mantos
y de estelas, se va forjando,
surge,
como la piedra limpia
del arroyo.
Pisadas de alcanfor,
labios de luto.
Amor que abruptamente
se esconde
y se hace fuerte
en la palabra.
SINCRONIA
Nostalgia del futuro
se nos cuela
por las rendijas tibias
del cerebro.
Anunciación del sueño.
Saturada,
la bruma se retira
y nos deja interrogante
el esqueleto.
CADENCIA
(Para Ana María Sánchez)
Y pongo el corazón
a buen recaudo,
por si hiela la luna
en los mimbrales.
Por si resbala
el labio y la palabra
no encuentra
los caminos
del aliento.
y pongo el corazón
en cada verbo.
ACOPIO
La rosa que resiste
los sables
del invierno,
se queda en mi memoria
como el rastro
de un regreso
al siglo en que pisadas
me anunciaban
otra forma
de restaurar el tiempo.
TRAYECTORIA
Por siempre me hablarán
las casas con balcones,
el singular silencio
de las hayas.
Por encima de todo,
la música verbal
de los arroyos.
y un recuerdo macerado
con hojas del otoño
en que tu rostro
apenas se dibuja.
IMSOMNIO
Se desbordó el azul,
cayó la noche,
despeñada
y rugiente
en los tejados.
Y fueron telarañas
de sonido
las hojas del silencio
en mi ventana.
PANTALLA
Fulgor de las palabras
de la lluvia.
Pianos con mordaza,
como lenguas r
ozando el algodón
de las heridas.
Debate intemporal
que nos devuelve
residuos de un antiguo
territorio.
IMAGEN
Recuerdo aquella casa
retrepada
en la peña.
Repaso sus esquinas
ateridas de sombra.
Me asomo a sus ventanas
para ver la penumbra
en que recuerdos mueren
y se borran latidos.
Recuerdo aquella casa
construida
con niebla.
REITERACION
Un río nace ahora
en tu mirada
y me lleva despacio
entre los pliegues
de tu túnica azul
hecha de lunas.
Debajo de tu labio
una campiña
con sonido de azúcar,
con campanas.
LA HUELLA
Para abarcar el cielo,
para darte
un indicio del tiempo.
El camino más largo
es el que lleva
a los rincones fértiles
del llanto.
BALANCE
La tarde se desliza
y, piedra sobre piedra,
va cayendo
en el sopor espléndido
que anunciaron
los fuegos
del ocaso.
IMPRESIONISMO
La noche se apoyaba
en los almendros.
Estrellas de cartón
sobre las crines
de un cielo
con ventanas.
CRONOS-I
El tiempo es una siembra
de silencios
que va llenando el cauce
de los días.
La mano mugidora
de este río
me acaricia y me cierne
las entrañas.
TARJETA POSTAL
El cuidador de nubes
traslada su rebaño
sobre las altas cimas
azules de Velázquez.
El Escorial dormita
su cansancio de siglos
y me aproxima gestos
de carnaval crepúsculo.
MARZO
La danza de los pájaros
me inicia
en esta dimensión
de primavera
que baja de las cumbres
blanquecinas.
NORMA
Fecundación del ojo.
La semilla del aire
se desliza
por el cauce interior
del equilibrio.
Manos recolectaras
De lo inútil.
CRONOS-II
El tiempo de la hormiga
puede acercarme
argucias
y excepciones.
Todo lo que discurre
se queda en nuestra piel
como escritura.
PANORAMA
Cansado de este ayer
que ya es
mañana,
me vuelvo hacia las cumbres
donde nieblas .
empozan los sonidos.
Extiende tu mirada
sobre el llanto
donde tristeza y canto
se dan cita.
ANIVERSARIO
(Para Laura Drake)
Tormenta en el espejo.
Caballos de la sombra
galopando
por el silencio azul
de las alcobas.
Ahora cumple años
mi tristeza.
IMAGO
El borde de tu labio
asigna días.
El gesto destructor
o la sonrisa
de donde nacen árboles
y frutos.
HUELLAS
Todo lo que nos hiere
y reconstruye
los párpados insomnes
del pasado,
se encuentra comprendido
en las pisadas
que marcaron la piel
del calendario .
REFRACCION
Palacios del espejo,
detrás de las cortinas
de la nada,
se está gestando ahora
la dimensión más crítica
del cuarzo.
Tarea de agrimensura.
(Parquelagos, 1993-94)